domingo, 26 de octubre de 2008

Incontinencia

Querido sobrino:

Sigo por este país, grande, grasiento y desproporcionado, trabajando bastante, tomando café malo, cervezas de alta graduación y leyendo en el autobús. También ha sido una semana de irme reencontrando con antiguos amigos que por aquí dejé, lo que siempre está bien, dándome la sensación de que sí dejé buenas amistades... También he estado yendo al rocódromo, y he empezado a hacer tímidamente algunas vías de bouldering. Yo en mi humildad me metí en los V-0, V-I y me empecé a atrever con algún V-2, con el que no podía por requerir mucha fuerza. Pero unos amiguetes me retaron a probar un V-3+ (esto es para entendidos, ya sé... la conversión a escala europea aquí). Y casi me lo hice entero, a falta de un último paso. Lo que me supuso un subidón en la autoestima tremendo.

Pero bueno, vamos a lo que te quería contar hoy. En este viaje he terminado de descubrir una nueva faceta del temido jetlag; ya sabes esa cosa que te pasa cuando cambias de horario, y duermes poco o no te duermes, te despiertas a las 4 de la mañana y a las 6 de la tarde no puedes con tu culo. Pues me he dado cuenta de que este trastoque de horarios afecta de manera muy especial a la vejiga. Un mes después de llegar no tengo problemas de sueño, pero he podido constatar de que casi todos tenemos problemas con el mear. Me explico. Los primeros días es normal despertarse a media noche y tener que levantarse al baño corriendo sin poderse uno aguantar... cosa que no pasa habitualmente en España. Hay otra faceta peor, y es que cuando te meas, te meas. Me vuelvo a explicar. En tu ciudad, puedes pasar toda la mañana por ahí y se te olvida ir al baño, y en cuanto llegad a la puerta de tu casa, tu incosciente de alguna manera detecta "hogar" y te entran unas ganas tremendas en el ascensor. Aquí el cuerpo está trastocado en cuanto a horarios y sitios, y de repente estás por la calle y te entran ganas de miccionar y ya no te aguantas, boooom, hay que ir corriendo. La de días que he entrado en casa como una exhalación (que diría tu bisabuelo) directo al baño, sabiendo que no tenía la más mínima capacidad de retención. he corrido la voz de mi descubrimiento y la mayoría de la gente me ratifica lo dicho. aquí se mean como nunca. Habrá que estudiarlo. Aunque ya lo dijo el sabio "No he visto cosa de la manera"

sábado, 18 de octubre de 2008

Otoño y elecciones


Querido sobrino:

Como te prometí hace unos días, he aquí mi crónica conjunta de los debates electorales y los otoños en Nueva Inglaterra. empezaremos por estos últimos.

En este rincón del mundo tiene lugar uno de los hechos más espectaculares que se pueden ver, lo que aquí llaman el fall foliage, o la época de la caída de la hoja. Como en todo el mundo, con la llegada del otoño los árboles cambian de color justo antes de perder todas las hojas para el invierno (bueno, ya te habrán enseñado en el cole o lo harán algún día, que esto sólo les pasa a los árboles de hoja caduca, pero esa es otra historia). A principios de octubre es típico que haga unos días de mucho frío, que potencian el comienzo de la caída (de hecho en los USA otoño se dice "fall", que significa precisamente eso, caída), seguidos de unos días de calor, el llamado Indian Summer; nuestro más castizo Veranillo de San Martín. El resultado es que se potencia el color de las hojas. Y como hay muchísimas especies de árboles mezcladas en estos inmensos bosques, el resultado es un inmenso mosaico de verdes, ocres, rojos ymil gamas de naranja, una maravilla para la vista, un espectáculo único.

El fin de semana pasado aprovechamos la buena temperatura y el puente del Columbus Day para ir a New Hampshire y Vermont a ver, la caída. Idea esta que tuvo toda la población de Boston a juzgar por el tremendo atasco que nos comimos el sábado, día que pasamos casi en su totalidad dentro del coche. Menos mal que el resto del fin de semana fue más llevadero, y conseguimos subir una montaña, comer como cerdos, montar en kayak y acabar de hojas hasta las narices. pero bonitas, eso sí.

Y el otro gran tema es la campaña electoral, que aquí se vive con pasión, por ser esta una ciudad demócrata hasta los huesos. Para situarnos: aquí demócratas (azules) son los más progresistas, que andarían por un partido de centro europeo, con algunas ideas algo sociales (dependiendo el candidato) y algunas ideas muy militaro-americanas. El otro partido, los republicanos (rojo) se situaría algo más a la derecha, más o menos donde podemos encontrar a la Aguirre en Madrid (bueno, no sé si tan a la derecha...). Básicamente son los que mencionan América cada dos palabras, proclaman que esta es la nación más grande sobre la tierra y dios bendiga nuestras tropas.

este año la cosa anda caliente, porque la crisis se ha metido de lleno en la campaña, y lo que prometía ser una campaña más ideológica se ha convertido en una campaña económica. No voy a aburrirte con detalles de que ofrece cada uno, pero por lo menos son claros en sus posturas. Lo que es especialmente significativo es que de los dos candidatos, uno es negro, y podría convertirse en el primer presidente negro de los USA. Pero es que además, si está ahí es porque tiene un carisma tremendo, apabullante. Realmente al oir hablar a Obama tienes la senscación de estar ante uno de esos tipos grandes que da la historia. No sé qué podrá hacer, pero las reformas que plantea para este país llenan de esperanza hasta a los que no somos de aquí. El otro candidato, McCain, básicamente es un tipo con poca presencia, muy americano y que no sólo peleó en Vietnam, sino que estuvo 5 años en un campo de prisioneros.

Aquí los debates se han vivido como si de una final de Futbol se tratase. Casas llenas de gente cenando y comentando las jugadas. Las elecciones son el martes 4 de Noviembre, y si todo va según las encuestas, podría llegar a vivir uno de esos momentos históricos. Ya te contaré en detalle. En mi próxima carta sin embargo, quiero hablarte de las farmacias, que son harto interesantes

miércoles, 15 de octubre de 2008

Fall in New England

Querido sobrino:

hace ya más de una semana que no te escribo, debido fundamentalmente a hallarme enfrascado en el trabajo de manera tan absorbente que se me olvida todo lo demás.

En esta semana han tenido lugar dos hechos muy significativos por estos lares: ha llegado el otoño, y ha habido un debate presidencial. Ambos hechos de relevancia, que aunque parecen similares a lo que ocurre en la península, distan mucho, en realidad.

Me encuentro algo cansadete, así que pospongo hasta mañana los detalles de todo esto. Hoy hay otro debate presidencial, así que mañana tendré doble ración. Te adjunto unas postalillas de este fin de semana, para ir abriendo boca


martes, 7 de octubre de 2008

Unos vídeos


Unas recomendaciones del youtube para hoy, que harán las delicias de los más nostálgicos:

El bathroom


Querido sobrino

Aquí estoy un día más para contarte cómo me van las cosas en este gran país en el que todo es grande, la leche viene en botellas de 5 litros, las magdalenas tienes una densidad que ya quisiera para sí el plomo y los envases son tan absurdos como para contener 16.7 Fl.OZ que equivalen a 457 ml.

Quiero recuperar un correo que mandé la última vez que estuve por aquí sobre mi cuarto de baño. Decía así:

No voy a caer en el tópico de decir que los baños en España están mejor, ni cosas asi, aunque sea verdad, simplemente me voy a limitar a hacer un par de apuntes pintorescos sobre lo que aquí uno encuentra generalmente en el baño:

- La bañera: Suele ser de esas con patas, y ademas estan muy orgullosos de ello. Suelen estar bien, pero hay un problema: no estan "empotradas", lo que quiere decir que alrededor hay pequeños huecos por los que el agua cae al suelo, pero lo que es mas importante, por debajo tambien hay hueco, con lo que se va acumulando polvo y polvo en la esquina del baño, que con el agua que cae se compacta de tal manera que debajo de las bañeras suele haber una especie de moqueta que se puede sacar a paladas.

- El bidé: ¿qué bidé?

- La taza. Aparentemente es la misma que en nuestra tierra, pero ¡no! Son un poco mas oblongas, y el agua, en lugar de llenar el fondo, llega hasta más o menos la mitad. De tal forma que la salpicadura es segura. Ademas, en caso de ser un ser ampliamente dotado, orinas como si estuvieras dentro del mar. Y que decir de ese momento en que te levantas a tirar de la cadena... El espectaculo no tiene nada que ver con nuestra triste culebrilla asomando la cabeza alla al fondo. Aquí se trata de toda una anguila flotando en el agua, a escasos centimetros de ti, cuando no de un sin fin de boyas marinas o aun peor, de lo que los cientificos llamarian "sopa primordial", es decir, una suerte de lodazal grumoso. Y cuando tiras de la cadena, aquello empieza a girar y a girar y parece que se va a poner a centrifugar como la lavadora.
(7 abril 2006)



Ahora mismo podría casi reafirmar la mayoría de las cosas que entonces expuse. Sin embargo, he de retractarme de algo: en mi nueva casa la bañera está empotrada, como en España, con lo que a penas hay mugre en el baño. Eso sí, la cebolla es inexistente, y hay que ducharse con un chorro a presión como si de una manguera se tratase. Pero al menos sale caliente.

Y hablando de agua caliente: al llegar, la dueña me dijo que para cocer la pasta usase agua fría. Yo dije que siempre usaba agua fría... pero luego me dijo el por qué. En estas casas antiguas, las tuberías son de plomo, y el agua caliente puede arrastrar partículas, que son tóxicas. Han analizado el agua muchas veces y no han encontrado nada, pero por si acaso. Para beber, tienen una jarra de esas de Arguiñano con que la filtran, pero yo me he pasado al agua embotellada.

Volviendo al baño. Mi taza es mucho mejor. Sigue teniendo alto el nivel de agua, pero la tapa de madera hace que sea mucho más acogedora. Como hacerlo en el bosque, vamos. El único problema es que la persona que diseñó el baño no tuvo en cuenta que un día lo podrían usar los adultos, y es tan baja que cuando estoy sentado me doy casi con las rodillas en la cara, lo cual no facilita nada la deposición. He de añadir también que el papel que aquí usan no es de doble capa. No sé si podría llamarlo siquiera de una capa, quizá media por su gran fragilidad. Y lo asombroso es que algo tan delicado que se resquebraja al mínimo contacto pueda realizar una labor de raspado tan completa, que ni el papel de lija se aproxima.

Trataré pues, de no intoxicarme con el plomo del agua ni de cocer la pasta en la taza.

Esta noche es el debate presidencial, y la gente está quedando en las casas para verlo, como si fuera la final de la Champion y te gustara el fútbol. Mañana espero contarte algo de tran tremendo evento.

lunes, 6 de octubre de 2008

El weekend

Querido sobrino

Hay un dicho en estas tierras que es "Si no te gusta el tiempo en Nueva Inglaterra, espera cinco minutos". Lo que quiere decir que el mismo día puede amanecer soleado, llover a medio día y hacer un viento horrible poco después, para en una hora cocerse de calor y congelarse por la noche.

Esto viene a cuento de que, aunque puede que no dure, ya está llegando el frío. Lo que sin duda ya no se va es el otoño. la hoja ya empieza a rojear, así que es buen momento para salir al campo. El viernes nos propusieron ir a New Hamshire a patear por la montaña. Como es de esperar accedí encantado, aunque a eso de las 11 de la noche, con la perspectiva de levantarme a las 7 con el cansancio que acumulaba, me ehé para atrás, y traté de pasar un fin de semana tranquilo en mi hogar.

Así que ha sido un fin de semana un poco raro, porque andaba cansado, no he parado de hacer cosas, y me da la sensación de que no he hecho nada. Lo más significativo fue ese tajo que me di tratando de atrapar un vaso que caía, que me ha dejado una línea guapa guapa en el dedo. Que no es grave, pero me va a jorobar la escalada esta semana. Ayer fui a la farmacia (Farmacia: tienda en que venden dulces, cuadernos, juguetes, bebidas y, en menor medida, medicinas) a buscar unas gasas o una pomada cicatrizante (médicos que lean esto: HELP!). AL final compré unas tiritas en las que ponía Fast Healing, vamos, algo así como curado rápido. Al írmelas a poner me parecieron algo raras, y al mirar la caja, resulta que eran para ampollas. Así que he tenido que comprar otras, pero no me parece a mí que hagan mucho.

Por lño demás, dentro de las cosas interesantes, ha sido un fin de semana cinematográfico. He visto por fin la última de Woody Allen, Vicky Cristina Barcelona, y es bastante entretenida. SIn pretensiones pero con la sensación de estar disfrutando a cada minuto. Y en VO se entiende bastante bien, lo que quieras que no sube el Ego. El domingo acudimos a un festival de cine latino a ver una seleción de cortos españoles, que es algo que sólo se puede ahcer fuera de España, no sé yo por qué. Unos mejores, otros peores, pero por lo menos en uno un tipo compraba un brick de Lauki en el supermercado, que oye, es entrañable.

Ayer noche llegó a casa también un señor alemán, que como va con corbata y gafas redondas parece mayor, pero está en último año de medicina, así que tan mayor no será. Parece majo, aunque va en el fondo es otro competidor por el cuarto de baño, así que no bajaré la guardia.

En mi próxima carta prometo retomar el tema de las tazas de báter, que estoy seguro te dará un amplio repertorio de conversación para tu próxima comida familiar.

viernes, 3 de octubre de 2008

Las comidas

Querido sobrino:

Ayer me metí entre pecho y espalda mi primera hamburguesa. Para celebrar ese evento, aprovecho para comentarte alguna de las cosas que por aquí ocurren con las comidas.

Habitualmente en el trabajo bajamos a comer a eso de las 12 o 12 y media... uff un poco pronto para nuestros estómagos ibéricos, aunque una vez que uno se acostumbra, en cuanto llegan las doce empiza a salivar como un perro de Paulov. Supongo que eso y el desayunar a las 7:30... Bueno, a lo que vamos. Para comer nos acercamos a unos restaurantes que hay cerca del curre. A pesar de que la otra vez que por aquí anduve teníamos costumbre de variar, ahora las comidas con la gente del labo consisten en pendular entre tres sitios de comida rápida. A saber: un mejicano (burrito) un tailandés cutre (arroz grasiento) y un Griego (kebab o derivados). Ayer sin embargo conseguimos ir a comer al Japonés, gran logro, así que me tomé mi primera ración de sushi, y espero que no sea la última.

Es curioso, pero a pesar de que hay algunos restaurantes buenos en la zona (un Tailandés excelente, un muy buen Japonés, un italiano) al final se opta por los sitios baratos que te dan algo rápido para llevar al laboratorio y comer en la sala de juntas... así sólo se pierde media hora en comer. Yo me voy negando, a ver si logramos encauzar a estas ovejas descarriadas.

Y ayer por la tarde, la hamburguesa. Hay un sitio aquí, famoso por las mejores hamburguesas del mundo, al que he llevado a todo visitante que pasó por Boston. Ayer hubo un amago de ir, pero resulta que han tenido un ligero incendio, y está cerrado hasta más ver. Así que optamos por otro sitio del que me habían hablado y que tiene la ventaja de estar al lado de casa. Qué decir... inconmensurable, homérico, impetuoso... La calidad la misma (si no mayor).

Para que te centres, querido sobrino, diré que nada tiene que ver una hamburguesa con esa cosa que puedes comprar en el McDonalds o en una hamburguesería de barrio. Ni con esos sucedanios que dan en el Foster, que sabe a keptchup, pero no a lo que tiene que saber. No. Una hamburguesa es fundamentalmente carne picada de buena calidad, bien aliñada, y poco hecha, de tal manera que por fuera está hecha a la brasa y por dentro sangrante, y por muy extraño que parezca, termina sabiendo como un chuletón a la brasa...

Y es que como digo muchas veces, aquí todo está muy bueno... buenísimo. Eso sí, sano no creo que sea, pero eso es algo distinto de lo que estamos hablando.

Se acerca el fin de semana, y con él el frío. Ya hay que salir abrigado a la calle, y eso indica que en breve nos veremos tapados hasta las cejas. Para que nos acostumbráramos, en el labo han tenido toda la semana el aire acondicionado a todo trapo, con el chorro bien encima de mi cabeza, con lo cual he pasado unos días acatarrado y mocoso. Pero ewtoy seguro de que eso lo hacen por mi bien, para que cuando empiece a nevar ya esté acostumbrado.