lunes, 17 de noviembre de 2008

Niu Yó, 1923

Querido sobrino:

He pasado el fin de semana en Nueva York, gran ciudad desde la que te envío esta bella estampa de uno de sus más conocidos y reconocidos restaurantes. Como es una postal, no me puedo extender mucho, (lo haré en mi próxima carta), pero te adelanto que es un sitio bonito en que te bombardean de sensaciones y te condicionan a ingerir grasa de dudosa calidad.

El viernes tuve la suerte de cruzar a Brooklin, al otro lado del río (o más bien de la ría), y me encontré con una ciudad preciosa. A un lado, Brooklin Heighs, con sus barrios residenciales, sinagogas e iglesias de toda procedencia. Al otro lado, la zona comercial, llena de tiendas que se morirían de envidia al ver la calidad de nuestros Todo a 100.

Mañana espero disponer de algo de espacio en mi cerebro para narrar mis aventuras con más detenimiento.

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